
Así nacen tus pendientes: el proceso cerámico paso a paso
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En LiArte Cerámica, cada pendiente comienza siendo una pequeña idea y termina convirtiéndose en una pieza única. No hay prisas ni moldes, sólo manos, barro y fuego. Este es el viaje que sigue cada joya antes de llegar a ti:
1. Modelado: la forma nace
Todo empieza con la arcilla, suave y maleable. Cada forma se modela a mano, una a una, sin moldes ni repetición exacta.
Es aquí donde cada pendiente comienza a tener su propia personalidad: una curva ligeramente distinta, una textura sutil, una huella del proceso. Esa es su belleza.
2. Bizcochado: el primer fuego
Una vez secas, las piezas se cuecen por primera vez a más de 900ºC.
Este aso se llama bizcochado y transforma la arcilla cruda en cerámica: sólida, resistente y lista para recibir color.
El horno, como siempre, tiene la última palabra.
3. Esmaltado: el alma del color
Con pinceles finos y esmaltes cuidadosamente seleccionados, aplicamos el color. El esmalte no es sólo decoración: define la textura, el brillo y la profundidad de la pieza.
Aquí todo es intuitivo, artístico, manual.
4. Segunda cocción: la alquimia final
Llega el momento más delicado: la segunda cocción a alta temperatura.
Durante horas, el horno transforma el esmalte en vidrio, vitrificando la superficie. El resultado es siempre una sorpresa: tonos únicos, brillos suaves, detalles irrepetibles.
Y por último: el montaje
Las piezas se enfrían lentamente y se ensamblan una a una con aros de acero inoxidable, hipoalergénicos y duraderos. Ya están listas para acompañarte. Ligeras, únicas, hechas con intención.
Cada pendiente es un pequeño ritual de tiempo, fuego y alma.
Gracias por formar parte de este proceso lento, consciente y lleno de sentido.